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Pero, ¿y si la IA pudiera hacer todo eso por ti? ¿Confiarías en ella para que tomara esas decisiones en tu nombre?

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Pero, ¿y si la IA pudiera hacer todo eso por ti? ¿Confiarías en ella para que tomara esas decisiones en tu nombre? Ese es el dilema que los investigadores de DeepMind contemplaron la semana pasada en un informe de 200 páginas sobre cómo los asistentes avanzados de IA podrían algún día remodelar el mundo.
Ahora mismo, la mayoría de nosotros utilizamos la IA para obtener información o ideas. Si estamos planeando un viaje y queremos saber adónde ir, la IA es buena dándonos muchas opciones. Pero al final, somos nosotros quienes damos el paso final: Elegir el destino, y luego reservar el vuelo, el hotel y el coche.
Pero, ¿y si la IA pudiera hacer todo eso por ti? ¿Confiarías en ella para que tomara esas decisiones en tu nombre? Ese es el dilema que los investigadores de DeepMind contemplaron la semana pasada en un informe de 200 páginas sobre cómo los asistentes avanzados de IA podrían algún día remodelar el mundo.

Pero, ¿y si la IA pudiera hacer todo eso por ti? ¿Confiarías en ella para que tomara esas decisiones en tu nombre? Ese es el dilema que los investigadores de DeepMind contemplaron la semana pasada en un informe de 200 páginas sobre cómo los asistentes avanzados de IA podrían algún día remodelar el mundo.

No se anduvieron con rodeos: Si los agentes de IA se hacen realidad, podrían afectar a todos los aspectos de nuestras vidas -desde la forma en que trabajamos hasta cómo nos comunicamos entre nosotros- «influyendo en última instancia en lo que queremos ser y en lo que nos convertimos».
Ya vamos en esa dirección: El Copiloto de Microsoft puede resolver complicados retos de codificación. Será capaz de enviar y hacer un seguimiento de las facturas de los clientes y reescribir automáticamente el código de las aplicaciones tan pronto como el mes que viene. Alphabet está trabajando en agentes de IA que podrían navegar por Internet. Mientras tanto, nuevos modelos como Devin pretenden realizar tareas aún más complicadas, como construir sitios web personalizados desde cero.
Aquí es donde entramos en un terreno ético delicado: Si los modelos empiezan a actuar por nosotros, tendremos que averiguar quién es responsable cuando cometan un error o incumplan una norma social. Una IA puede tomar una decisión para ayudarse a sí misma, aunque perjudique a los demás. Podría chocar -o aliarse- con otros modelos que encuentre en el mundo. E inevitablemente aprendería mucho sobre ti, lo que plantearía problemas de privacidad.