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La psiconeuroinmunología es un campo científico interdisciplinar que se dedica al estudio e investigación de los mecanismos de interacción y comunicación

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A mediados del siglo XIX, Claude Bernard, fisiólogo francés, empleó por primera vez el concepto de "medio interno" para referirse al medio ambiente en el interior del cuerpo humano. En 1878, Louis Pasteur y su equipo, realizan un estudio (1878) donde encuentran que los pollos sometidos a estímulos aversivos son más susceptibles a la infección por antráx.2​ Ya entrado el siglo XX, Walter Cannon, profesor de fisiología de la Universidad de Harvard, estudia los efectos de las emociones y las percepciones en el sistema nervioso autónomo. En su trabajo con animales, Cannon encontró que cualquier cambio de estado emocional del animal, tales como estrés, ansiedad o furia, se veía acompañado por la detención total de movimientos del estómago. Estos trabajos iniciaron el reconocimiento de la reacción de lucha o huida como respuesta involuntaria a estímulos externos. Cannon también acuñó el término Homeostasis en su libro de 1932 The wisdom of the body ("La sabiduría del cuerpo"), del término griego Homoios, que significa similar o igual y Stasis, que significa posición o quietud. A mediados de la década de 1940, Hans Selye, investigador en la Universidad de Montreal, realizó varios experimentos, sometiendo a animales a diversas situaciones física y mentalmente adversas, descubriendo que, bajo esas circunstancias, el cuerpo se adaptaba consistentemente para sanar y recuperarse de la amenaza percibida. Sus trabajos desembocaron en el descubrimiento del síndrome de adaptación general, caracterizado por un agrandamiento de las glándulas adrenales, atrofia del timo, bazo y otras glándulas linfáticas y ulceraciones gástricas. Estos experimentos se consideran fundacionales de una larga línea de investigación sobre el funcionamiento de los glucocorticoides.3​ También, entre 1926 y 1928, dos investigadores soviéticos, Metalnikov y Chorine, estudiaron en el Instituto Pasteur de París las respuestas inmunológicas e inflamatorias condicionadas en conejillos de indias. En sus experimentos expusieron a los conejillos de indias a un estímulo no condicionante (inyecciones de antígeno para provocar la respuesta inmunológica) al mismo tiempo que a uno condicionante (calor o rascado), demostrando que, tras un tiempo de condicionamiento, el sistema inmune reaccionaba cuando sólo se producía el estímulo condicionante.4​ En las décadas de los 50 y 60 se desarrollaron numerosos experimentos con animales de los que se dedujo que el estrés podría afectar a la inmunidad. Entre ellos se encuentran los experimentos de George F. Solomon, profesor de Psiquiatría de la Universidad de California. Solomon proporcionó evidencia experimental directa fue que en presencia de tensión en roedores se producía una reducción de anticuerpos.5​ Al mismo tiempo se demostró que las experiencias en la etapa infantil podrían afectar a la vida adulta en ratas por la respuesta mediada por anticuerpos.6​ Solomon junto a Rudolf Moss acuñó en 1964 el término psicoinmunología.7​ De forma paralela e independiente, en 1963, Elena Korneva y L.M. Khai dos investigadores rusos, demostraron que el cerebro jugaba un papel en el proceso de inmunorregulación.8​ Aunque dicha investigación llegó más tarde a occidente.

A mediados del siglo XIX, Claude Bernard, fisiólogo francés, empleó por primera vez el concepto de "medio interno" para referirse al medio ambiente en el interior del cuerpo humano. En 1878, Louis Pasteur y su equipo, realizan un estudio (1878) donde encuentran que los pollos sometidos a estímulos aversivos son más susceptibles a la infección por antráx.2​ Ya entrado el siglo XX, Walter Cannon, profesor de fisiología de la Universidad de Harvard, estudia los efectos de las emociones y las percepciones en el sistema nervioso autónomo. En su trabajo con animales, Cannon encontró que cualquier cambio de estado emocional del animal, tales como estrés, ansiedad o furia, se veía acompañado por la detención total de movimientos del estómago. Estos trabajos iniciaron el reconocimiento de la reacción de lucha o huida como respuesta involuntaria a estímulos externos. Cannon también acuñó el término Homeostasis en su libro de 1932 The wisdom of the body ("La sabiduría del cuerpo"), del término griego Homoios, que significa similar o igual y Stasis, que significa posición o quietud. A mediados de la década de 1940, Hans Selye, investigador en la Universidad de Montreal, realizó varios experimentos, sometiendo a animales a diversas situaciones física y mentalmente adversas, descubriendo que, bajo esas circunstancias, el cuerpo se adaptaba consistentemente para sanar y recuperarse de la amenaza percibida. Sus trabajos desembocaron en el descubrimiento del síndrome de adaptación general, caracterizado por un agrandamiento de las glándulas adrenales, atrofia del timo, bazo y otras glándulas linfáticas y ulceraciones gástricas. Estos experimentos se consideran fundacionales de una larga línea de investigación sobre el funcionamiento de los glucocorticoides.3​ También, entre 1926 y 1928, dos investigadores soviéticos, Metalnikov y Chorine, estudiaron en el Instituto Pasteur de París las respuestas inmunológicas e inflamatorias condicionadas en conejillos de indias. En sus experimentos expusieron a los conejillos de indias a un estímulo no condicionante (inyecciones de antígeno para provocar la respuesta inmunológica) al mismo tiempo que a uno condicionante (calor o rascado), demostrando que, tras un tiempo de condicionamiento, el sistema inmune reaccionaba cuando sólo se producía el estímulo condicionante.4​ En las décadas de los 50 y 60 se desarrollaron numerosos experimentos con animales de los que se dedujo que el estrés podría afectar a la inmunidad. Entre ellos se encuentran los experimentos de George F. Solomon, profesor de Psiquiatría de la Universidad de California. Solomon proporcionó evidencia experimental directa fue que en presencia de tensión en roedores se producía una reducción de anticuerpos.5​ Al mismo tiempo se demostró que las experiencias en la etapa infantil podrían afectar a la vida adulta en ratas por la respuesta mediada por anticuerpos.6​ Solomon junto a Rudolf Moss acuñó en 1964 el término psicoinmunología.7​ De forma paralela e independiente, en 1963, Elena Korneva y L.M. Khai dos investigadores rusos, demostraron que el cerebro jugaba un papel en el proceso de inmunorregulación.8​ Aunque dicha investigación llegó más tarde a occidente.

La psiconeuroinmunología es un campo científico interdisciplinar que se dedica al estudio e investigación de los mecanismos de interacción y comunicación entre el cerebro (mente/conducta) y los sistemas responsables del mantenimiento homeostático del organismo, los sistemas: nervioso (central y autónomo)

A mediados del siglo XIX, Claude Bernard, fisiólogo francés, empleó por primera vez el concepto de «medio interno» para referirse al medio ambiente en el interior del cuerpo humano. En 1878, Louis Pasteur y su equipo, realizan un estudio (1878) donde encuentran que los pollos sometidos a estímulos aversivos son más susceptibles a la infección por antráx.​

Ya entrado el siglo XX, Walter Cannon, profesor de fisiología de la Universidad de Harvard, estudia los efectos de las emociones y las percepciones en el sistema nervioso autónomo. En su trabajo con animales, Cannon encontró que cualquier cambio de estado emocional del animal, tales como estrés, ansiedad o furia, se veía acompañado por la detención total de movimientos del estómago. Estos trabajos iniciaron el reconocimiento de la reacción de lucha o huida como respuesta involuntaria a estímulos externos.

Cannon también acuñó el término Homeostasis en su libro de 1932 The wisdom of the body («La sabiduría del cuerpo»), del término griego Homoios, que significa similar o igual y Stasis, que significa posición o quietud.

A mediados de la década de 1940, Hans Selye, investigador en la Universidad de Montreal, realizó varios experimentos, sometiendo a animales a diversas situaciones física y mentalmente adversas, descubriendo que, bajo esas circunstancias, el cuerpo se adaptaba consistentemente para sanar y recuperarse de la amenaza percibida. Sus trabajos desembocaron en el descubrimiento del síndrome de adaptación general, caracterizado por un agrandamiento de las glándulas adrenales, atrofia del timo, bazo y otras glándulas linfáticas y ulceraciones gástricas. Estos experimentos se consideran fundacionales de una larga línea de investigación sobre el funcionamiento de los glucocorticoides.

También, entre 1926 y 1928, dos investigadores soviéticos, Metalnikov y Chorine, estudiaron en el Instituto Pasteur de París las respuestas inmunológicas e inflamatorias condicionadas en conejillos de indias. En sus experimentos expusieron a los conejillos de indias a un estímulo no condicionante (inyecciones de antígeno para provocar la respuesta inmunológica) al mismo tiempo que a uno condicionante (calor o rascado), demostrando que, tras un tiempo de condicionamiento, el sistema inmune reaccionaba cuando sólo se producía el estímulo condicionante.

En las décadas de los 50 y 60 se desarrollaron numerosos experimentos con animales de los que se dedujo que el estrés podría afectar a la inmunidad. Entre ellos se encuentran los experimentos de George F. Solomon, profesor de Psiquiatría de la Universidad de California. Solomon proporcionó evidencia experimental directa fue que en presencia de tensión en roedores se producía una reducción de anticuerpos.5​ Al mismo tiempo se demostró que las experiencias en la etapa infantil podrían afectar a la vida adulta en ratas por la respuesta mediada por anticuerpos.6​ Solomon junto a Rudolf Moss acuñó en 1964 el término psicoinmunología.

De forma paralela e independiente, en 1963, Elena Korneva y L.M. Khai dos investigadores rusos, demostraron que el cerebro jugaba un papel en el proceso de inmunorregulación.

Aunque dicha investigación llegó más tarde a occidente.